A la hora de comenzar una colección hay muchos factores a tener en cuenta que pueden condicionar el rumbo de nuestra colección, entre ellas, la forma de compra, el tipo de obra, estilos… Pero en este artículo te daremos algunos trucos y cosas a tener en cuenta cuando te haces la gran pregunta de cómo invertir en arte.
Compra de acciones de empresas activas.
¿A qué nos referimos con empresas activas? Muy sencillo, en las casas de subasta de arte. La gran ventaja que supone esta forma de invertir en arte respecto a las demás que comentaremos en este blog es que es la manera más líquida de invertir en arte. Se puede desinvertir tan sólo vendiendo las acciones que poseemos, lo cual se puede hacer en un par de clics desde un ordenador. Además de ser la manera que supone el menor capital de entrada, pues las acciones de estas empresas cuestan unas decenas de euros/dólares.
Y si además las empresas distribuyen dividendos, eso hará que además nuestra inversión nos de retornos regulares. Esta es una gran diferencia con las demás maneras de invertir en arte que veremos a continuación.
Una cuestión que hay que tener en cuenta a la hora de invertir en arte a través de la bolsa, es que necesitas un buen broker que te ayude en el proceso.
El mayor inconveniente de esta forma de inversión es que como es una inversión en mercados financieros, no diversificamos nuestra cartera.
Aun así, se trata de una de las maneras más accesibles de invertir en arte para todas aquellas personas que disponen de un capital no muy elevado o que no tienen conocimientos artísticos exhaustivos.
Fondos de inversión en arte.
Por lo general se trata de fondos de inversión privados que se dedican a la generación de retorno mediante la compra y venta de obras de arte. Estos fondos son gestionados por gestores especializados en las inversiones en arte que reciben una parte de los beneficios que genera el fondo, por lo que sus intereses tienen que estar acorde con los de los inversores del fondo.
Cada fondo de inversión que invierte en arte lo hace de manera distinta. La mayoría de estos se basan en mayor o menor medida en la estrategia tradicional de compra y retención pero algunos difieren en términos del tamaño del capital, la duración de las obras de arte en el inventario, las restricciones del fondo.
Si te interesa este tipo de inversión artística, puedes encontrar información mucho más específica únicamente sobre este tema en la página web de la Asociación de inversión en Arte.
La gran ventaja de esta forma de inversión artística respecto a comprar uno mismo las obras de arte físicamente es que no necesitamos tener conocimientos previos para lograr una rentabilidad interesante.
Y el principal inconveniente es que el importe de suscripción es muy elevado y en algunos casos, además, hay una duración mínima de inversión significativa (varios años).
Comprar obras de arte físicas
Esta es sin duda la forma más común y más conocida de invertir en arte. Este tipo de inversión se basa en la comprá física de una obra y venderla posteriormente al cabo de un tiempo cuando este se haya revalorizado. Si quieres empezar sin mucho presupuesto puedes empezar a comprar obras de jóvenes artistas que aún no son muy reconocidos. Teniendo en cuenta algunas cuestiones como su revalorización en el tiempo, y que no está sujeto a tipos de cambio de divisas (entre otras muchas ventajas), creemos que también es una muy buena forma de inversión artística.
Crowdfunding.
El crowdfunding es una forma de financiación online que prescinde de los intermediarios financieros como bancos para obtener el impulso económico a través de donaciones de usuarios cuya motivación puede ser altruista y/o a cambio de algún tipo de recompensa relacionada con el proyecto.
Teniendo esto en cuenta, y cómo funciona el mercado y que esta forma de financiación se está empezando a implementar en todos los sectores, en el sector del arte no iba a ser menos.
Si queremos invertir en arte para sacar beneficio económico, lo más adecuado son las plataformas que se dedican únicamente crowdequity. Teniendo en cuenta que, en este tipo de plataformas no suelen abundar los proyectos artísticos, es una opción a tener en cuenta ya que las personas que donan dinero a través de estas plataformas por encontrarse con este tipo de proyectos tan distintos.
Teniendo en cuenta toda esta información, y con esta recopilación de pros y contras de todas las formas de inversión artística, el siguiente paso sería que el coleccionista en cuestión haga un balance de las situaciones y de sus oportunidades para tomar la decisión final.
Compra de NTfs
Los NFT son una forma de coleccionar arte digital mediante el uso de la tecnología blockchain. Son las siglas en inglés de tokens no fungibles, que son unidades de valor únicas e irreemplazables. A diferencia de las monedas digitales como el Bitcoin, que son intercambiables y fungibles, los NFT son exclusivos y no hay dos iguales.
Estos han cobrado protagonismo en los últimos tiempos por su aplicación al mundo del arte. Una obra digital creada con esta tecnología se vendió por más de 58 millones de euros en una subasta de Christie’s, convirtiendo a su autor en uno de los artistas vivos más cotizados del planeta. Al comprar un NFT, el coleccionista obtiene un certificado digital de propiedad que puede ser verificado y transferido en el blockchain. Este certificado puede representar la totalidad o una parte de una obra.
Además, plantean nuevos retos y oportunidades para el mercado del arte digital, ya que permiten crear escasez y autenticidad en un medio que se caracteriza por la abundancia y la copia. Sin embargo, también generan dudas sobre su valor real y su seguridad jurídica, así como sobre su impacto ambiental por el alto consumo energético del blockchain.
